Hacer senderismo, trekking o cualquier deporte de montaña puede ser enormemente gratificante. Esta afición te permite mantenerte en forma mientras respiras el aire más puro y contemplas las mejores vistas, así que a menudo te sentirás un auténtico privilegiado por haber estrechado una nueva relación con la naturaleza.
Sin embargo, nunca hay que olvidar lo exigentes que pueden llegar a ser estas disciplinas. De hecho, la parte del cuerpo que más sufre durante las aventuras en la montaña es el pie, ya que tendrá que caminar por un terreno que es inestable, cargar con todo el peso del cuerpo y superar las posibles incomodidades del calzado.
La buena noticia es que hay ciertas pautas que puedes seguir para evitar las rozaduras, heridas o ampollas con las botas de montaña para hacer de tu experiencia algo puramente armonioso, sin esas incomodidades.
¿Quieres dejar de sentir molestias en tus pies después de cada sesión de montaña? Entonces presta atención a todas las recomendaciones que te mostramos a continuación. Notarás una gran diferencia.
Busca un calzado acorde con tu pie

Es evidente que si algo influye en las rozaduras de las botas de montaña son las propias botas, el modelo y la hechura que ofrecen. En muchas ocasiones, esto se debe a que, pese a tratarse de un calzado apropiado para practicar senderismo, no es el modelo o la talla que va mejor con el pie.
Un buen consejo es que busques el tipo de calzado más adecuado con la forma natural de tus pies, tomando en cuenta la talla, pero también el ancho o la forma. Además, debes probar las botas antes de lanzarte a la montaña con ellas, dando un pequeño paseo que te permita tantear si son cómodas o si empiezan a dejar marcas al cabo de un tiempo.
Confía en botas de montaña de las mejores marcas
Está claro que debes encontrar unas botas con talla y forma adecuadas y que, además, sean específicas de montaña. Sin embargo, en este ámbito vas a encontrar mucha variedad y modelos muy diferentes. Lo que puede realmente beneficiarte en tu elección va a ser su calidad: zapatos que tienen buenos materiales, que son transpirables, ergonómicos y resistentes.
Para ello, lo ideal es buscar en zapaterías especializadas como LaValencianaCalzados para encontrar las mejores y más prestigiosas marcas de botas para montaña. Eso sí es caminar sobre seguro. Además, actualmente hay cantidad de gamas diferentes en las colecciones de las marcas más consagradas, por lo que apostar por la calidad no quiere decir que tengas que invertir grandes cantidades de dinero necesariamente. Estas líneas del calzado son las que garantizan la seguridad en tu pie y en tu pisada, y ofrecen diseños que proporciona mucha durabilidad para que salga muy rentable.
Ata correctamente el calzado
Una vez has conseguido las botas perfectas, de marca especializada y con una talla que te va como anillo al dedo, no debes errar a la hora de colocarlas en tus preciados pies. Puedes pensar que atarse los cordones de los zapatos es algo muy sencillo que pueden hacer hasta los niños, pero hacerlo correctamente no es tan fácil como parece cuando se trata de salir a practicar trekking o senderismo.
En el caso de que la atadura quede demasiado floja, tu pie se va a tambalear por el interior de la bota de montaña generando las indeseadas rozaduras. Sí, por el contrario, aprietas demasiado los cordones, vas a sentir incomodidad conforme camines y se van a generar ampollas muy probablemente. Que queden en su justa medida puede ayudar a evitar las molestias mucho más de lo que piensas.
No olvides los calcetines
Los calcetines cumplen unas cuantas funciones interesantes a la hora de hacer deporte o largas caminatas. Llevarlos siempre puestos será importante, pero en este caso la elección también cuenta. Hay calcetines especiales para montaña, senderismo o deporte que serán tus mejores aliados en estos trayectos.
Lo que harán será absorber correctamente el sudor sin generar molestias y hacer más suave el roce del pie con la bota de montaña, minimizando de esta forma la posibilidad de que se generen roces o pequeñas heridas.
Mantén los pies secos
Lo normal es sudar cuando se hace deporte y los pies no están exentos de ellos, pues también tienen unas glándulas que segregar sudor en momentos de determinados. Si además van encerrados en unas botas, casi con toda seguridad sufrirán este natural problema.
Porque sea natural no hay que descuidarlo, ya que el sudor puede hacer que se resbalen por el interior del calzado y se genere una gran incomodidad, incluso puede fomentar las irritaciones en determinadas zonas de la piel. Es interesante procurar que permanezcan secos, algo que te resultará más sencillo atendiendo al punto anterior: con unos calcetines infalibles.
Pon protecciones en las zonas más sensibles
A veces los pequeños roces son inevitables, pues hay personas que son propensas a sufrirlos en el periodo de adaptación a cualquier calzado que sea nuevo. Las botas de montaña pueden incidir en algunos puntos sensibles del pie cuando las usas en las primeras ocasiones, aunque sean muy buenas y te hagan el mejor servicio una vez amoldadas a tu pie, a las pocas semanas.
¿Qué hacer mientras tanto para que cada paseo deje de ser un suplicio? Lo más sencillo es anticiparse al problema. Coloca vendas, tiritas o protecciones en las zonas en las que has detectado cierta vulnerabilidad antes de ponerte el calzado, de esta forma, es casi imposible que se ocasionen daños.