Las bicicletas se han convertido en un medio de transporte muy utilizado en la actualidad, ya no solo para movernos por la ciudad, sino también para practicar diversas modalidades del deporte. A la hora de realizar actividades de ciclismo podemos encontrar en el mercado una amplia variedad de bicicletas, pero generalmente podemos diferenciar entre las bicicletas de carretera y las de montaña. En este artículo queremos hablar sobre todo de las bicicletas de montaña que pueden entenderse como las más versátiles de todas por sus prestaciones tan polivalentes.

Además de todo esto, el conocimiento de las partes de una bicicleta puede ayudarnos a la hora tanto de comprar una bicicleta como a la de repararla o incluso si queremos realizar cambios en la configuración de nuestra bicicleta, personalizarla, etcétera. Es por este motivo que, a continuación, queremos hablarte de la función de cada pieza de la bicicleta y de los distintos tipos de piezas que existen. Con todo ello, serás capaz de tener una visión más amplia a la hora de ajustar, modificar o reparar tu bicicleta de una forma profesional y segura.

Tipos de bicicletas de montaña

Todos sabemos que la bicicleta es uno de los medios de transporte más utilizados en la actualidad, puesto que esto nos permite desplazarnos con facilidad, agilidad y simpleza. Asimismo, nos sirve también para practicar deportes de ciclismo muy diferentes. Las bicicletas de montaña o mountain bike son de las más utilizadas por su versatilidad, pero lo cierto es que dentro de este subtipo también podemos encontrar distintas variaciones. Cada bicicleta nos ayudará a ser capaces de recorrer un terreno diferente y de realizar unas maniobras u otras.

Con esto en mente, queremos explicarte, a continuación, cuáles son los tipos de bicicleta de montaña que existen para que puedas entender las principales diferencias y te sea más fácil conocer las piezas de una bicicleta de montaña, dependiendo de cada tipo:

  • Bicicletas de Cross Country. También se conocen con el nombre de bicicletas XT o rally, y son las bicicletas que se utilizan para la competición de los amantes de las travesías de montaña a altas velocidades. Este tipo de bicicletas no están preparadas para los descensos, puesto que el terreno por el que se usan suele ser bastante llano. Son las que se utilizan para competir en carreras de élite o, por ejemplo, en los Juegos Olímpicos, ya que su geometría es bastante reactiva y son las más cómodas para carreras de largas distancias.
  • Bicicletas de trail. Generalmente, suelen ser el grupo de bicicletas de montaña más utilizado en todos los ámbitos, puesto que son prácticamente idénticas a las bicicletas de carretera, pero además tiene la capacidad de rodar por la montaña. No son específicas para un terreno concreto, sino que, a diferencia de otros modelos, estas son más versátiles y pueden soportar montes, tierra, piedras, barro, agua, etcétera. Como decimos, suelen ser las más habituales para hacer rutas y marchas por la montaña de forma casual y, por ello, suelen ser las más compradas por los amantes del ciclismo, tanto expertos como amateurs.
  • Bicicletas de descenso. Aquí cambiamos a un tipo de bicicleta que sí que cuenta con un propósito único, que es el del descenso por la montaña a grandes velocidades. También es posible descender con estas bicicletas por tramos de escaleras. Son las que se utilizan en las pruebas de downhill. Este tipo de bicicletas destacan, sobre todo, por la amortiguación y la doble suspensión. Además, son muy rígidas y llevan el sillín en una posición más baja, ya que para este tipo de subdeporte el ciclista suele pasar bastante tiempo de pie.
  • Bicicletas de maratón. En este caso hablamos de bicicletas que están diseñadas para pruebas más técnicas donde hay trazados más complejos o se recorren distancias más largas. Sus materiales son bastante más ligeros, de modo que esto ayuda a que se puedan pedalear con más prisa. Utilizan también una doble suspensión y horquillas más largas.
  • Bicicletas de enduro. El último modelo es el que corresponde a la disciplina competitiva que mezcla el downhill con el trail. Este tipo de bicicletas, por lo tanto, combinan técnica y resistencia, así que comparten las características de ambos modelos en un tipo híbrido. Están pensadas para desniveles, saltos, giros, y maniobras más arriesgadas.

Como puedes observar, existen distintos modelos de bicicletas de montaña, y cada uno de ellos servirá para un propósito diferente. Si estás pensando en comprar una bicicleta nueva y no sabes dónde acudir, te recomendamos que le eches un vistazo a la tienda de bicicletas en Valencia MaquinaBikespues aquí podrás encontrar todos los modelos previamente mencionados y un servicio técnico de calidad si necesitas ponerte en manos de profesionales.

¿Cuáles son las partes de una bicicleta de montaña?

Ahora que ya conocemos las principales diferencias entre las bicicletas de montaña, podemos entender que mientras que habrá muchas partes que se compartan, también podemos encontrar pequeñas variaciones que dan lugar a estas diversas disciplinas. Aun así, a rasgos generales, hablamos de que todas las bicicletas utilizarán todos los componentes que vamos a mencionar a continuación y que, por lo tanto, estos serán modificables o adaptables para un tipo de recorrido de circuito y de ciclista diferente:

El cuadro

Hablamos de la parte más llamativa de cualquier bicicleta y de la estructura principal, que es la que ayuda a unificar el resto de las piezas. Generalmente, el cuadro de la bicicleta se construye en acero o aluminio, así como también en fibra de carbono o en distintas aleaciones diferentes que variarán en función al modelo, a la marca o al propósito de la bicicleta.

Como decimos, el resto de componentes de la bicicleta van montados a este cuadro, así que esta estructura suele ser uno de los aspectos más importantes en los que debemos de fijarnos a la hora de comprar la bicicleta. Su geometría y diseño variarán siempre dependiendo del fabricante y también del modelo de bicicleta, así que deberemos estudiar cada uno para saber si será apta para nuestro tipo de ciclismo. Ya hemos visto que, en función de la gama de la Mountain Bike, el cuadro variará y, por lo tanto, también afectará a la posición del ciclista.

Por estos motivos, asimismo, podemos encontrar cuadros de bicicletas en distintas tallas que puedan adaptarse a la altura del propio ciclista. A la hora de comprar una bicicleta resulta imprescindible probarla, precisamente para conocer si el cuadro se adapta a nuestras medidas y, sobre todo, para asegurarnos de que la posición que nos ofrece es la adecuada para nosotros. También hay que tener en cuenta cómo se relaciona el cuadro con el resto de los componentes, como comentamos más en detalle a continuación. 

El tren delantero

Continuamos con lo que se conoce como el tubo de dirección del cuadro, en el que podemos encontrarnos la dirección, que es la que maneja la bicicleta. Toda esta parte central de la bicicleta está, asimismo, compuesta por diferentes partes, como, por ejemplo, el manillar y la rueda delantera, que a su vez se encuentran compuestas por diversas piezas más pequeñas como los puños, las manetas de freno, las manetas de cambio, la potencia, la dirección y el tubo de dirección en el manillar; y la cubierta, la llanta, el buje, el disco y la horquilla, que componen la rueda.

El tubo, que es la parte principal de la dirección delantera de la bicicleta, está anclado a la horquilla que cuenta con la suspensión y distintas posibilidades de regulación. La horquilla es la parte de la bicicleta que ancla la rueda al suelo y la que se encarga de absorber todos los golpes y los baches gracias a la amortiguación. Esta pieza es importantísima por lo que comentamos, ya que además afectará de forma directa a nuestra musculatura.

En el manillar también encontramos diversas piezas pequeñas que nos ayudan a manejar con mayor o menor facilidad la bicicleta, como los frenos o las marchas. El manillar también varía en función al modelo de bicicleta no solo en materiales, sino también en longitudes, ángulos y formas, puesto que de esta manera consiguen adaptarse a los distintos ciclistas y formas de ciclismo.

El tren trasero

De la misma forma que ocurre con la parte delantera de la bicicleta, ahora hablamos de la parte de atrás, donde podemos encontrar otros dos aspectos esenciales, que son el sillín y la rueda trasera. En esta zona sentiremos menos movilidad que en la parte de delante, ya que únicamente podemos encontrar el sillín con su caja, el desviador delantero, las distintas bielas, platos y pedales, que conforman el motor de la bicicleta; y los piñones y el cambio trasero en la rueda de detrás.

La cadena es otro de los apartados más importantes de cualquier bicicleta y, de la misma manera, los piñones también representan una pieza fundamental. En la actualidad, es fácil hallar coronas de 8 o 9 piñones, en función de si queremos más o menos velocidades, aunque también es habitual montar coronas de 10 piñones si queremos alcanzar, por ejemplo, las 30 velocidades.

El sillín, unido a la tija, nos permite regular la posición, el ángulo y la altura en todo momento, de modo que debamos transmitir más o menos fuerza de las piernas al pedalier. Asimismo, el sillín se ajustará para acomodar a cada ciclista, y también en función al estilo de ciclismo que vayamos a realizar. Cada modelo de bicicleta puede tener el sillín más o menos alto, ancho o mullido, entre otras características.

Las ruedas

Las ruedas merecen un apartado por sí propio, ya que hablamos de la coyuntura más importante de la bicicleta. Todos sabemos que las bicicletas que utilizamos de pequeños utilizan cuatro ruedas, por las dos pequeñas que acompañan a las dos principales, pero en el resto de bicicletas únicamente podemos encontrar las dos ruedas, la trasera y la delantera; y cada una de estas tiene una función elemental.

La primera va acoplada al manillar de la bicicleta gracias a la horquilla, mientras que la segunda se encarga de montar los piñones de transmisión y se unifica a la cadena y al sillín. Además de todo esto, las ruedas se componen de la llanta que se fabrica o en fibra de carbono o en aluminio, dependiendo de la gama de la bicicleta. El buje de la rueda, por otro lado, es el que ayuda a girar las ruedas, impulsadas por los rodamientos internos. 

Hay llantas para disco y llantas para frenos y, sobre estas, podemos hallar el neumático con su cámara de aire. Como puedes imaginar, tanto los neumáticos como las llantas en todo su totalidad cambiarán también en función del tipo de bicicleta y de la modalidad de ciclismo al que vayamos a dedicarnos. 

El pedalier

También conocido por el hombre de bielas, hablamos de todo el conjunto que hayamos en la parte trasera de la bicicleta y que se conformaba por el eje del pedalier, los pedales y las bielas. Aunque lo más común hoy en día es encontrarnos las bielas ancladas al plato más grande, es importante tener en cuenta que son los platos quienes se encargan de convertir la fuerza de nuestros pedaleos y transmitirla a los piñones gracias a la cadena de transmisión, que hará girar las ruedas traseras.

El pedalier, por lo tanto, también va a ser un elemento importantísimo a la hora de escoger bicicleta, aunque este es completamente ajustable y puede modificarse. Pero, como ya puedes imaginarte, dependiendo del tipo de bicicleta y de la modalidad de ciclismo que estés buscando, el pedalier va a ofrecerte más o menos resistencia.